Me llamo Edu y soy adicto en recuperación, hoy día 10 de Marzo del 2016 he decidido sentarme para escribir mi testimonio y poder ayudar a alguien que se sienta como yo me sentía tiempo atrás por culpa del consumo. Recuerdo mi niñez como algo mágico, con las ganas y la ilusión de que cada día fuese especial, un proyecto nuevo del cual poder disfrutar y compartir estas sensaciones, momentos e ilusiones sea cual fuese el resultado final. No recuerdo con exactitud cuando fue el inicio de mi consumo, pero sí de que mi vida dio un giro radical en poco tiempo. Desde que empecé a consumir, estas referencias de tener una vida y una familia como las que habían creado mis padres se desvanecía, los días dejaban de ser emotivos y constructivos, pero aún así intentaba convencerme de que mi vida era y sería genial, creía que todo lo que me propusiese lo podría conseguir, pero la realidad es que no tenía motivación ninguna, los destrozos llegaban por si solos… Cada día me levantaba pensando en que mañana todo esto cambiaría, creía que tenia un problema de actitud, pero lo cierto es que hacía todo lo que buenamente podía, sobrevivía de la única forma que era capaz, era un esclavo de la droga, estaba en un pozo sin fondo, como bien define mi terapeuta “la travesía del desierto”, donde las apariencias ya no engañan, donde las mentiras resaltan por si solas, donde cada vez que te observas en el espejo te preguntas en que te has convertido, donde tu rostro lo único que muestra es una vida que se va apagando, un submundo del cual uno no quiere despertar y lo único que hace es seguir consumiendo por no querer mirar a la realidad; destrozos materiales, fracaso escolar, expedientes laborables, multas, deudas, maltratos…caras de sufrimiento y preocupación, de ver que tu vida hace tiempo que perdió el sentido de poder vivirla, una vorágine del consumo que uno antes de querer aceptar que es adicto se reafirma una y otra vez que esta loco o que el mundo es antagónico a él y por eso consume. En un momento de lucidez decidí entrar en tratamiento y a día de hoy llevo año y medio y no ha pasado nada que yo no quiera, ahora puedo compartir momentos y sensaciones que hace tiempo se perdieron, hoy puedo disfrutar de mí y de los míos sin que tengan el miedo de que será de mí los días restantes, hoy me siento digno de mi persona y de la vida que tengo, Podré tener días mejores o peores, alegres o tristes, divertidos o aburridos, pero hoy puedo sentirlos y afrontarlos, y tener la certeza de que si hago caso al tratamiento no volveré a consumir bajo ninguna circunstancia. Se que aún me queda camino por delante, pero lo que he ganado en este tiempo de recuperación es mucho más que en el último quindenio, y el simple hecho de poder ser dueño de mi vida, de poder valorarme por lo que soy y de no tener que acabar con ella poco a poco me hace sentir orgulloso y afortunado. Hoy puedo sentir aquellas cosas que quise y no pude, hoy puedo hacer que cada día tenga motivos para poder vivirla, hoy puedo tener una vida sencilla y pacífica. Hoy puedo sentirme en paz conmigo mismo y con los míos, hoy puedo VIVIR!