Hoy, en el espacio LETRAS VS DROGAS, compartimos el ejercicio de un querido paciente y compañero. Juan Antonio ha decidido titularlo La Tercera Fila. ¡¡Esperamos que os guste!!
LA TERCERA FILA Entré con 50 años y así empezó la recuperación más dura de mi vida y gratificante a la vez. Soy adicto, tengo una enfermedad, “SOY ALCOHÓLICO”, estas son las palabras que me han dado libertad, en un camino a una nueva vida.
Después de más de 35 años de mentiras, broncas, maltrato sicológico a mi pareja, arrastrarme por aceras para poder llegar a casa, beber y beber hasta llegar a desmayarme, sin saber qué es lo que me estaba pasando, sin amigos, sin personas a mi alrededor, solo en un cuarto oscuro, con el tóxico a mi lado y sin poder parar, auto engañándome día tras día, diciendo que lo voy a dejar, prometiendo cosas que nunca las voy a realizar, robando y engañando para poder tener la dosis diaria.
Un día que no voy a tomar, pero estoy de muy mal humor, con ganas de enfadarme con todo el mundo, con la necesidad de tener malestar físico, para poder enfadarme y irme a tomar, así es el día que no tomo, así lo vivo, una pesadilla, una angustia desgarradora, que me quema el estómago, temblores en las manos, tartamudeo al hablar, empiezo a sudar, tengo que controlar el no mentir, es una realidad que parece que me voy a volver loco. He probado de todo, tratamiento en otro lugar de adicciones, psicólogos, siquiatras, curanderos, sicoanálisis.
Me decían que tenía depresión, por los abusos que tuve cuando era pequeño, que no lo superé. Todo eran escusas, para no reconocer una verdad, que TENGO UNA ENFERMEDAD, SOY ALCOHOLICO. Hoy día, estoy sentado en la tercera fila, de una sala de recuperación de drogodependencia, (LA GARRIGA), aprendiendo a saber vivir con mi alcoholismo. Llevo casi 3 años, limpio sin beber y con mucho orgullo.
He conseguido recuperar casi todo, familia, esposa, dignidad, etc. Hoy día decido yo lo que quiero y no quiero, doy gracias a esta enfermedad, es muy sencilla, porque solo prohíbe beber tóxico legal, lo demás lo controlo yo, así de simple. Eso sí, para llegar hasta aquí, hay un camino largo, duro, gratificante, la enfermedad es para toda la vida. Una de las cosas más gratificantes, es el crecimiento personal, es brutal, creces para dentro, vivir una vida normal, es el principio de ser especial.
Me llamo JUAN ANTONIO, estoy orgulloso de mi inicio en recuperación.